Me voy (Sarrelli, la tenés adentro)


Encerrado en la ermita de lo impenetrable.
Me estoy quedando callado pero quieren que hable.
Estoy juntando información que te arroja al precipicio.
Pero soy un embustero y todo podría ser ficticio.

Voy a escribirte una carta detallando lo que debes hoy.
Puede que los medios no sean los correctos.
Yo no quiero ser el factotum de lo indescifrable.
Ni tampoco quiero ser un tótem adorable.

Entonces me voy. No tengo nada que hacer.
Entonces me voy. No tengo nada que ver con vos.

Estoy viejo. Estoy joven. Estoy comprometido.
Con tu senil actitud algo me tiene perdido.
Y es que si no lo entendiste, no es mi culpa, amigo.
Te lo he explicado todo desde el principio.

Puede que pasen muchos años antes de pagar tu crimen.
Puede, siquiera, que yo muera antes de que se cumpla tu condena.
Pero eso ya no me importa. Eso lo logra cualquiera.
Pues, ya sabes, la vida es corta y tu infierno es muy grande.

Entonces me voy. No tengo nada que hacer.
Entonces me voy. No tengo nada que ver con vos.

Volviendo a lo anterior quiero dejar algo en claro.
Aunque el tiempo vuele estaremos anclados.
No sabemos navegar ni andar por puertos.
Y, a quien nos creía dormidos: -¡Mala suerte, amigo! ¡Estamos despiertos!

Es fácil encontrarnos en la puerta de un bar.
O llorando en las mesas sobre una cerveza caliente a medio tomar.
¿Y eso de “diente por diente”? Ya lo había escuchado antes.
¿Puede ser que no reviente este planeta lleno de maleantes?
Invítenme al funeral.

Entonces me voy. No tengo nada que hacer.
Entonces me voy. No tengo nada que ver con vos.




Único tema de "Bidegain y los justicieros del espacio".

No hay comentarios:

Publicar un comentario