Qué difícil es hacerte una canción de amor



No quiero ser grosero pero tampoco quiero parecer cursi.
No voy a usar palabras gastadas en baladas de amor empalagosas.
Difícil la tarea, perfecta, para un Napoleón Bonaparte de la canción.
Un Quijote animal, obsesivo de lo gramatical y lo absurdo.
Un burdo e ignorante Brassens. Un Tarrés sin la chispa ni la creatividad.
Pero aún así, igual, intento vencer el fantasma de la musa muerta y la cabeza revuelta.

Qué difícil es hacerte una canción de amor.
Qué difícil es hacerte una canción de amor.

No quiero ser grosero pero no puedo dejar de pensar en tu trasero universal.
No es lo único que importa pero, para ser sincero, no es un dato menor, para este marinero.
Voy a juntar las ideas en tu camisón y a tirar por la borda toda prueba y error.
Y está ahí por salir la canción, que es sólo una confesión de un poeta barato.
Garabatos de amor. Un tiro en el corazón de los vientos de la inspiración.
No quería ser cursi pero bebí el licor de tu aliento y nada importa ya. Lo siento.

Qué difícil es hacerte una canción de amor.
Qué difícil es hacerte una canción de amor.

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